Cada Iglesia Católica tiene un lugar especial en el corazón de los creyentes. La presencia de Jesucristo en la Eucaristía nos proporciona el fundamento de la fe, la esperanza y el amor, así como el valor para encontrarlo en nuestra vida cotidiana. Comenzamos nuestra jornada con Cristo y somos bienvenidos a la familia de Dios a través del bautismo, oramos por nuestros seres queridos y los recordamos mientras completan su jornada terrenal hacia nuestro Padre Celestial, esposo y esposa comienzan su nueva jornada juntos a través de su intercambio y renovación de votos matrimoniales, y el pecador arrepentido experimenta el consuelo a través de la misericordia de Dios en el sacramento de la Reconciliación.  En todo el mundo las personas encuentran el apoyo y el alimento que sólo pueden ser dados por otros miembros del Cuerpo de Cristo en nuestras parroquias y queremos darle la bienvenida a la nuestra: ¡Bienvenidos a San Juan Apóstol y Santa Bernadette: 1552 hogares fuertes, 315 de los cuales se han unido a nosotros desde julio de 2016!  

¡Oren, adoren y caminen con nosotros en nuestro viaje a medida que crecemos en nuestra identidad como hijos e hijas de un Padre amoroso y fieles discípulos de nuestro Señor Jesucristo!